Van Cleef & Arpels: Historia De Las Joyas De La Élite

La firma de joyería Van Cleef & Arpels es mundialmente conocida como una de las principales distribuidoras de piezas de joyería del siglo XX, y tuvo sus orígenes en 1906.

El 16 de junio de ese año un grupo de tres hombres bastante jóvenes, pero con visión de futuro y sobretodo mucho talento decidieron abrir una pequeña tienda en el centro de la moda y el lujo de París, la Place Vendome.

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Top 10 Hermosa Colección de Van Cleef & Arpels

 

Van Cleef & Arpels: Historia de las famosas joyas

Sus nombres: Alfred Van Cleef, Carlos y Julien Arpels. El primero de todos, Alfred, era el hijo de Charles Van Cleef, un artesano lapidario que se había marchado de Ámsterdam (Holanda) para ir a trabajar a París, cuando aún era muy joven.

Alfred nacido en 1873 sirvió como aprendiz en el taller de los Señores David y Grosgeat, luego se convirtió en vendedor. En 1898 se casó con la hermana de Carlos y Julien, Estelle, hija de León  Arpels, un comerciante de piedras preciosas desde hacía muchísimo tiempo.

Es por esta razón, que viniendo de ambientes parecidos los tres jóvenes, tomaron una visión de conjunto y se propusieron crear joyas distintivas y particulares que los hicieran merecedores de clientelas exclusivas que los propulsaran rápidamente en el campo de la joyería mundial.

 

Van Cleef & Arpels en el mercado del lujo parisino

Su primera base de operaciones la situaron en la 34 rue de Drouot. Pero con el firme propósito de atraer más y mejor clientela se mudan a la mítica 22 de la Place Vendome, en donde se mantienen actualmente  a pesar de poseer más de 214 puntos de ventas y sucursales por todo el mundo.

Desde el principio de la casa, Estelle era la encargada de manejar las cuentas. En 1912 el hermano menor de los Arpels se suma al negocio.

Y es justamente esta suma de talentos lo que llevó a la firma a encontrar un perfecto equilibrio, teniendo a Carlos como vendedor estrella, Julien como seleccionador de las mejores piedras del mercado, las tallas perfectas realizadas por Alfred y su indiscutible habilidad para administrar y planificar la producción.

 

Además de esto, Louis contaba con una personalidad carismática y afable, que lo llevó a mantener relaciones profesionales muy estrechas con clientes del más alto nivel, tales como las celebridades Marlene Dietrich y Maurice Chevalier.

Por desgracia los modelos de la casa Van Cleef & Arpels antes de 1920 no se conocen. Pero sus modelos posteriores mantienen el estilo que los caracteriza: curvas elegantes, líneas fluidas y movimientos dentro de las piezas.

 

El Art Déco y Egipto como inspiración de Van Cleef & Arpels 

Durante la década de 1920 sus diseños reflejaron la moda de la época. Sin duda el descubrimiento de la tumba  de Tutankamón en 1922, sirvió como fuente de inspiración para una línea de joyería, en forma de pulseras, recubiertas con símbolos egipcios antiguos como el ibis, la esfinge, el loto, el escarabajo y el Dios Horus (esta colección fue trabajada en platino con diamantes, rubíes, zafiros y esmeraldas) En 1924 innovaron al incluir arabescos persas e incluso paisajes chinos en sus piezas.

En 1925 el Art Decó tomó las vitrinas del mundo, y Van Cleef no se quedó atrás, incluyendo patrones geométricos en todos los estilos y piezas que realizaban.

En la Exposición de las Artes Decorativas Industriales y Modernas de París de ese año, la firma recibió el Gran Premio a la Innovación, debido a la magnífica técnica aplicada para realizar la pulsera de rosas con rubíes, diamantes y hojas de esmeralda.

 

La moda de las joyas convertibles

Las piezas más populares de la firma Van Cleef & Arpels son el sautouir, un collar largo que podía convertirse en un colgante, grandes pulseras para brazos desnudos  y en un conjunto de  pendientes con colgante, todo eso con sólo algunos pequeños cambios en los elementos de sujeción.

De igual forma  un gran broche que se podía separar y usar como dos clips independientes.

La casa Van Cleef & Arpels centró sus colecciones en las principales piedras  preciosas: diamantes, rubíes, esmeraldas, zafiros y en la creación de piezas únicas de joyería. Algunos artículos como sus famosas pulseras con engaste invisible de rubí o zafiro son clásicos que aún en la actualidad se producen.

 

Estilos extravagantes

En la década de 1930 los clientes de Van Cleef & Arpels buscaban estilos extravagantes y lujosos para sus joyas, y sin dudas ellos estaban preparados para rendirse ante sus deseos. Quizás el caso más resaltante es el de la soprano Lily Pons, a quien su esposo le regaló para su debut en la Opera de Donizetti la Fille de Régiment un clip espectacular en el que se reproducía  la imagen donde ella cantaba “la cantinera Marie” y que fue hermosamente trabajado en oro con rubíes, zafiro y un diamante de talla rosa.

A partir de la década de 1920 la firma empezó a experimentar con elementos distintos a la joyería tradicional.

De esta forma iniciaron una producción de relojes y espejos de mano con una inusual combinación de lacado negro y rojo con ágata, oro y puntos rojos de rubíes en cabuchón.

Para 1931 crearon una singular lámpara hecha con oro y esmalte rojo y negro, cuando ésta se encendía se filtraba la luz por las secciones de cristal de roca que poseía y el resultado era verdaderamente asombroso.

 

Piezas icónicas

Otra de las piezas icónicas de Van Cleef & Arpels es la jaula destinada a ser el hogar de una rana viva que se realizó con ágatas, jade, coral, lapislázuli, ónice y oro.

Después de la Primera Guerra Mundial, el necessair o neceser fue una moda muy famosa entre las mujeres europeas, y se convirtió en un artículo estrechamente asociado a la firma.

El amplio espacio de las cajas de madera y otros materiales, permitió a sus artesanos y diseñadores combinar diferentes piedras y metales: piedras preciosas y semipreciosas, esmalte, nácar y oro en diferentes texturas. Los temas elegidos van de lo simple a lo complejo: inspirados en motivos de Japón, China, Persia, patrones de tela y papel pintado.

Clientela distinguida

Es de hacer notar que Van Cleef & Arpels es a la fecha, una sólida empresa familiar que mantiene la tradición de trabajo y estándares de calidad de los más altos del mundo.

Es justamente por esas razones que pueden ufanarse en tener una clientela tan distinguida con nombres como los de Elizabeth Taylor, María Callas, Gloria Swanson, Christina Onassi, Bárbara Hutton, los Vanderbilt, la duquesa de Windsor, el duque de Westminster, el Maharajá de Baroda, el Rey Faruk, el Aga Khan y la Casa Real de Mónaco.