La Calidad Del Rubí

En el mundo de las piedras preciosas hay estándares a los para todos. Si quieres entender la calidad del rubí, aquí te mostramos cuales son las características que marcan la diferencia entre un rubí de buena o mala calidad.

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Tutorial: Como entender la calidad del rubí

Tal como ocurre con el cristal de zafiro, la calidad del rubí se mide por cuatro características:

1. Color.
2. Claridad.
3. Corte.
4. Quilates.

El color en la calidad del rubí

De los cuatros criterios plasmados anteriormente, el color es el más importante de todos. Es este aspecto específico el que determina el grado de calidad del rubí.

La determinación del color para un rubí ha sido un punto difícil de hallar, ya que no existía un estándar para juzgarlo específicamente.

 

Es por ellos que encontraremos descripciones de piedras de rubí con términos comerciales como “sangre de paloma”, “granada”, “azafrán” o “rosa china”; de esa forma muchos catalogaban antes la intensidad del color rojo del rubí y sus múltiples tonalidades.

Sin embargo, este tipo de terminologías no son validad en el sistema de juicio objetivo de la calidad del rubí, el cual por cierto no existía hasta hace muy poco. Hoy en día, los gemólogos juzgan el color que tiene un rubí en base a tres aspectos: el matiz, el tono y la saturación.

 

Tonalidad en la calidad del rubí

Este aspecto en cualquier gema preciosa es el color principal. En el caso del rubí es el color rojo. Pueden coexistir en una piedra de rubí varios colores, llamados secundarios, como el color naranja o el color morado y sus diferentes tonalidades; junto con el rojo. Según la gemología el color ideal para un rubí de calidad  es un rojo vivo de medio oscuro a un rojo ligero con tonalidades violetas sutiles.

[Tweet "Muchos de los rubíes finos que se hallan en Myanmar poseen un color rojo muy expresivo con color secundario purpura muy ligero."]

A medida que la tonalidad se va tornando más naranja o purpura la calidad de la piedra se ve disminuida.

 

Tratándose de un rubí, las líneas entre las tonalidades rosas y rojas son muy difusas. Los laboratorios gemológicos generalmente poseen una serie de piedras denominadas “maestras”, que se utilizan como sujeto de control y de esta forma evalúan el color del rubí en cuestión de una forma más exacta.

Entonces, al llegar al laboratorio la gema es comparada con las piedras maestras, es aquí donde la intensidad y el tono de su coloración ayudan a determinar si se trata realmente de un rubí, o es un zafiro rosa, naranja o púrpura.

 

 

Zafiros y rubíes

La tonalidad de cualquier piedra preciosa se determina por la claridad u oscuridad del color, y definitivamente el color y el tono un rubí le suma o le resta valor. La mayoría de los rubíes finos tiene una tonalidad de rojo medio a oscuro. Algunos de los rubíes tailandeses más finos se bautizan con el nombre de su tonalidad rojo granate.

En el otro lado de la línea espectral entre zafiros y rubíes, existen gemas que poseen un tono muy ligero, incluso cuando su saturación de color rojo es alta que no son rubíes sino zafiros rosas.

 

La saturación: Este es el tercer elemento para determinar y clasificar el color de un rubí y describe el nivel de pureza o intensidad del color rojo de la gema.

Los rubíes con una alta saturación poseen niveles de cromo en su composición química interna mucho más altos, y pueden ser muy saturados, sin llegar a oscurecerse. Un rubí con una baja saturación puede poseer un color rojo de pálido a parduzco.

 

 

Calidad del rubí: Factores que pueden afectar la coloración de un rubí

Si un rubí puede emitir gemas de fluorescencias, su color puede ser más intenso. Las agujas de rutilo e inclusiones microscópicas pueden también aumentar el color de la gema.

Al igual que en el mundo de los zafiros existen los llamados “zafiros estrellas”, en el de el rubí también. Los llamados “rubíes estrellas” pueden variar de color rosa al rojo con un tono muy vivo, de rojo medio a oscuro. Este fenómeno se debe a los grandes cantidades de seda que posee, por un fenómeno llamado asterismo.

Lo cierto de esta excepción, es que su color no es el normalmente observado en el resto de los rubíes, ya que su saturación no lo hace brillante como normalmente ocurre.

• Claridad: Los rubíes no se gradúan como se hace con otras piedras preciosas como el diamante, a través de una lupa de 10 aumentos. Más bien se juzgan a nivel de ojo, por lo que un buen rubí posee buena claridad y se considera “ojo limpio”.
• Corte: Este término puede referirse al estilo facetado o a la forma del acabado de una piedra preciosa. También se refiere a la proporción de la piedra en bruto y a su simetría.

 

Cortes del rubí

La palabra acabado describe la forma precisa con las que las caras o facetas de un rubí se hallan, a su tamaño relativo, al número de caras o facetas y a la calidad del pulido de la piedra. Algunas de las clases de cortes que podemos mencionar son: el corte oval, el corte baguette, el corte square, el corte pear, el corte round, el corte heart, el corte marquoise y el corte cabuchón.

Como pasa con otras piedras preciosas, los rubíes revelan toda su belleza cuando se cortan. Sin embargo, por lo valioso que es un rubí en bruto, muchos consumidores lo aceptan sin ningún corte específico, tales como los que se requieren para valorar un diamante, por ejemplo.

• Quilate: El efecto del peso en quilates de un rubí sobre su valor, también varía por el efecto del color. Mientras más brillante e intenso más caro resulta un rubí. Un quilate es una unidad de medida equivalente a la quinta parte de un gramo, es decir a 0,20. Se representa abreviado como QT. La centésima parte de un quilate es un punto (pt- representación abreviada).

Los rubíes a diferencia de los diamantes poseen un alto peso específico, por lo que no es de extrañar que un diamante de un quilate se vea más grande que un rubí que posea el mismo peso.