El rey de los diamantes le debe su fortuna a las piedras. El fundador de Graff Diamantes, Laurence Graff pasó de limpiar retretes a ser el accionista mayoritario del gigante de la minería mundial Safdico.
Por sus manos han pasado las piedras más espectaculares y mejores cotizadas del mundo y de la historia, tal como el ojo del ídolo, el Emperador Maximiliano o el promesa de Lesotho, que con sus 603 quilates, está en el ranking de los mayores diamantes registrados en la historia y que Graff adquirió por una módica suma de 96 millones de euros.
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Historia de Graff Diamantes
El fundador de Graff Diamantes dice “cuando empecé en este negocio me paraba a observarlos paea entender su pureza y como la naturaleza los había tallado. Sin darme cuenta me convertí en un gemólogo autodidacta; simplemente creo que nací para esto”.
A sus 79 años, Graff, británico con orígenes judíos humildes (nació en Londres el 13 de junio de 1938) es el propietario de Graff Diamantes Corporation, cuya sede principal se encuentra en el elitista barrio londinense de Mayfair, y puede presumir de vender los diamantes más grandes registrados y con los estándares de calidad más altos del mundo.
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A diferencia de la competencia, la producción integrada de Graff Diamantes permite que la piedra llegue a la vitrina, directamente desde la mina sin ningún tipo de intermediario.
Desde 1948 es el accionista principal de la Sudáfrica Diamonds Corporation (Safdico-por sus siglas en inglés), el mayor fabricante y distribuidor del país africano, que posee su propia planta de cortado y pulido, ubicada en Botswana y que emplea a 500 trabajadores. Además Graff es accionista de Gem Diamonds, la mayor empresa de minería del mundo.
Laurence posee una fortuna estimada en 3,2 millones de euros y ocupa el puesto 333 de la lista Forbes; está considerado como uno de los 10 hombres más ricos de Reino Unido, aunque actualmente reside en Suiza.
Además de sus minas, talleres de pulido, joyerías, en su fortuna cuentan las viviendas que posee en Ginebra, New York, Londres y la Costa Azul Francesa, un yate de 45 metros de eslora, un avión privado, una inmobiliaria, una finca en Sudáfrica (que cuenta con bodega, cabañas y restaurante); además de su impresionante colección de obras de arte contemporáneo. En 2013 recibió la Orden Británica por su servicio a la joyería.
Inicios
Hijo de judíos de origen rumano que emigraron al East End de Londres en busca de más oportunidades; su padre coloca al llegar a Reino Unido una pequeña tienda de dulces, antes de pasar a alistarse para combatir en la Segunda Guerra Mundial.
Su madre viendo que su futuro escolar no iba a ser muy prominente, le consigue un trabajo a los 14 años como aprendiz de joyero de un maestro joyero de apellido Schindler, que al llegar le dijo que sólo se encargaría de limpiar los retretes. Esta situación no le gustó para nada a Graff y a los tres meses se marchó.
Tiempo después consiguió una plaza de trabajo en Sengla & Co, donde le enseñaron a soldar anillos. Luego junto a otro amigo colocaron un taller de reparación de artículos de joyería, pero su futuro no fue el mejor.
Confiado en salir adelante
A los dos años su amigo se marchó agobiado con las deudas, pero Graff confiado en poder salir adelante y pidiendo préstamos a sus proveedores logró salvar su taller.
Uno de estos proveedores le fió 33 diamantes, que Graff unió como un solo anillo y logró al día siguiente venderlo. En la década de los 50 y arriesgandose a perder, se marchó a Singapur con unos 770 euros en mercancía y logró abrirse paso en este mercado prontamente.
En los años 60 conoció al Príncipe de Brunei, quien se convirtió en cliente fiel de la Casa Graff Diamantes.
En 1970 el príncipe saudí Turquin Abdul Azis compró literalmente una de las dos tiendas Graff diamantes ubicados en Londres. Entre los clientes más famosos de Graff Diamantes están nombres como Elizabeth Taylor y la Casa Real de Brunei.
Top 10 colecciones Graff
Piezas estrellas de la casa Graff Diamantes
- Graff Sweethearts: Dos piezas de 50 quilates cada una, y con un valor de 38 millones de euros.
- The Flame: El primer diamante talla pera que llegó a alcanzar los 100 quilates.
- The Graff Constellation: Tiene 102,9 quilates. Es el diamante talla brillante más grande que se ha registrado.
- The Magnificence: Está catalogado como el diamante incoloro talla esmeralda más grande del mundo con 243, 96 quilates.
- The Delaire Sunrise: Es el diamante color amarillo con talla esmeralda más grande registrado. Tiene 118, 08 quilates y un valor aproximado de 18 millones de euros.
- The Graff Pink: Cuenta con 24,78 quilates y su venta en subasta superó los 35 millones de euros. Es un diamante rosa talla esmeralda.
- The Imperial Blue: Es el diamante talla pera color azul más grande registrado en la historia. Tiene 39,81 quilates y está valorado en 125 millones de euros.
- The Wittels-Bach Graff: Es el diamante talla fantasía con color azul más grande del Está valorado en casi 60 millones de euros y pesa aproximadamente los 31 quilates.
Diamantes excepcionales
Además de diamantes excepcionales, la Casa Graff Diamantes posee piezas de joyería absolutamente extraordinarias. Las tres más famosas son:
- Collier Bleu de Réve: Espectacular collar con uno de los diamantes de color azul más singulares del mundo.
- Lesotho Promise: Un collar excepcional realizado con 26 diamantes obtenidos de una sola piedra.
- Royal Star of París: Una pieza única de la joyería mundial. Cuenta con 2 piedras de más de 100 quilates.
Definitivamente, la exquisitez en el mundo de los diamantes lleva el apellido Graff, como sello.Y hay una frase de Anthony De Saint-Exupery, que encontramos en su web oficial, nos deja muy claro cuales son los principios y valores de Graff Diamantes “Un diseñador sabe cuando alcanza la perfección, no cuando ya no hay nada más que añadir, sino cuando no hay nada más que quitar”. Es justamente esto lo que ha convertido a esta reconocida marca en la proveedora de diamantes para los “muy ricos”.
